Ilusiones

Las hojas del calendario han ido cayendo inexorablemente día a día, y a su paso han ido dejando una tupida alfombra de deseos e ilusiones, de amores y desamores, de alegrías y tristezas y de esperanzas por cumplir y cosas por hacer.
Como cada año, el calendario nos ha llevado al mes de la ilusión, de la esperanza, del amor. Es tiempo de espera y de lágrimas, pero las lágrimas son de alegría y el tiempo de espera impaciente, de cosas por y para compartir y quizá, tenemos poco tiempo para tanta espera que hemos soportado.
Las calles se han teñido de luces y decorados y se han convertido en una serpiente multicolor de gentes que van y vienen, calles bulliciosas llenas de una marea de deseos y de algarabía.
Los recuerdos de la infancia afloran a nuestra mente y afloran también la fe, la tristeza, y el agradecimiento. Son días de vacaciones, de descanso y de regalos y son días de besos y abrazos, de gente que se encuentra y se reencuentra año tras año y que muchas de ellas esperan ponerse al día en el poco tiempo que tienen de todo lo que les ha acontecido en el devenir del año.
Lo malo es la vuelta y lo difícil el empezar pero aún así es un tiempo mágico y de ilusiones renovadas, es un tiempo de Navidad.